TRASTORNO BIPOLAR

¿Qué es el Trastorno Bipolar?

El trastorno bipolar es una enfermedad donde las personas tienen cambios inusuales del estado de ánimo con dos tipos de síntomas principales:

A veces se sienten muy felices y animados, con una excesiva energía y actividad, el episodio de manía:

  • Me siento muy animado
  • Me siento muy nervioso
  • Me cuesta dormir
  • Estoy más activo que de costumbre
  • Hablo muy rápido sobre cosas diferentes
  • Estoy agitado, irritable y muy sensible
  • Mis pensamientos van muy rápido
  • Puedo hacer muchas cosas a la vez
  • Hago cosas arriesgadas (me gasto mucho dinero en un momento)

Otras veces, estas personas se sienten tristes y deprimidas, tienen poca energía y son más inactivas de lo normal, surgiendo el episodio depresivo:

  • Me siento muy decaíd@
  • Duermo mucho, o muy poco
  • No puedo disfrutar de nada
  • Me siento preocupado y vacío
  • Tengo problemas para concentrarme
  • Me olvido de las cosas
  • Como demasiado o muy poco
  • Me siento cansado o sin energía
  • Pienso en la muerte

Los altibajos del trastorno bipolar son más extremos que los que suele tener una persona sin este trastorno. Los síntomas bipolares son tan fuertes que pueden perjudicar las relaciones con el entorno y tener dificultades en las obligaciones diarias (ir al trabajo, universidad…).

Se puede presentar en cualquier persona, aunque generalmente suele aparecer en la adolescencia tardía o en el adulto temprano, y en su desarrollo influye la genética y el abuso de drogas.

TRATAMIENTO

El tratamiento de este tipo de enfermedad se basa en una combinación de medicación con terapia psicológica. Estabilizadores del ánimo como Litio, Ácido Valproico o Carbamezepina, combinados con antidepresivos y otros principios activos como Antipsicóticos, ayudan a mantener un estado de eutimia o estabilidad. El tratamiento psicológico ayuda a modificar el comportamiento y la forma de conducir la vida, incluyendo el apoyo familiar y manejo del entorno.

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Trastorno bipolar y Trastornos relacionados

 

Trastorno bipolar TIPO I

Para un diagnóstico de trastorno bipolar I, es necesario que se cumplan los criterios siguientes para un episodio maníaco. Antes o después del episodio maníaco pueden haber existido episodios hipomaníacos o episodios de depresión mayor.

Episodio maníaco

A. Un período bien definido de estado de ánimo anormalmente y persistentemente elevado, expansivo o irritable, y un aumento anormal y persistente de la actividad o la energía dirigida a un objetivo, que dura como mínimo una semana y está presente la mayor parte del día, casi todos los días (o cualquier duración si se necesita hospitalización).

B. Durante el período de alteración del estado de ánimo y aumento de la energía o actividad, existen tres (o más) de los síntomas siguientes (cuatro si el estado de ánimo es sólo irritable) en un grado significativo y representan un cambio notorio del comportamiento habitual:

1. Aumento de la autoestima o sentimiento de grandeza.

2. Disminución de la necesidad de dormir (p. ej., se siente descansado después de sólo tres horas de sueño).

3. Más hablador de lo habitual o presión para mantener la conversación.

4. Fuga de ideas o experiencia subjetiva de que los pensamientos van a gran velocidad.

5. Facilidad de distracción (es decir, la atención cambia demasiado fácilmente a estímulos externos poco importantes o irrelevantes), según se informa o se observa.

6. Aumento de la actividad dirigida a un objetivo (social, en el trabajo o la escuela, o sexual) o agitación psicomotora (es decir, actividad sin ningún propósito no dirigida a un objetivo).

7. Participación excesiva en actividades que tienen muchas posibilidades de consecuencias dolorosas (p. ej., dedicarse de forma desenfrenada a compras, juergas, indiscreciones sexuales o inversiones de dinero imprudentes).

C. La alteración del estado del ánimo es suficientemente grave para causar un deterioro importante en el funcionamiento social o laboral, para necesitar hospitalización con el fin de evitar el daño a sí mismo o a otros, o porque existen características psicóticas.

D. El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento, otro tratamiento) o a otra afección médica.

Nota: Un episodio maníaco completo que aparece durante el tratamiento antidepresivo (p. ej., medicación, terapia electroconvulsiva)pero persiste en un grado totalmente sindrómico más allá del efecto fisiológico de ese tratamiento es prueba suficiente de un episodio maníaco y, en consecuencia, un diagnóstico de trastorno bipolar I.

Nota: Los Criterios A–D constituyen un episodio maníaco. Se necesita al menos un episodio maníaco a lo largo de la vida para el diagnóstico de trastorno bipolar I.

Episodio hipomaníaco

A. Un período bien definido de estado de ánimo anormalmente y persistentemente elevado, expansivo o irritable, y un aumento anormal y persistente de la actividad o la energía, que dura como mínimo cuatro días consecutivos y está presente la mayor parte del día, casi todos los días.

B. Durante el período de alteración del estado de ánimo y aumento de la energía y actividad, han persistido tres (o más) de los síntomas siguientes (cuatro si el estado de ánimo es sólo irritable), representan un cambio notorio del comportamiento habitual y han estado presentes en un grado significativo:

1. Aumento de la autoestima o sentimiento de grandeza.

2. Disminución de la necesidad de dormir (p. ej., se siente descansado después de sólo tres horas de sueño).

3. Más hablador de lo habitual o presión para mantener la conversación.

4. Fuga de ideas o experiencia subjetiva de que los pensamientos van a gran velocidad.

5. Facilidad de distracción (es decir, la atención cambia demasiado fácilmente a estímulos externos poco importantes o irrelevantes), según se informa o se observa.

6. Aumento de la actividad dirigida a un objetivo (social, en el trabajo o la escuela, o sexual) o agitación psicomotora.

7. Participación excesiva en actividades que tienen muchas posibilidades de consecuencias dolorosas (p. ej., dedicarse de forma desenfrenada a compras, juergas, indiscreciones sexuales o inversiones de dinero imprudentes).

C. El episodio se asocia a un cambio inequívoco del funcionamiento que no es característico del individuo cuando no presenta síntomas.

D. La alteración del estado de ánimo y el cambio en el funcionamiento son observables por parte de otras personas.

E. El episodio no es suficientemente grave para causar una alteración importante del funcionamiento social o laboral, o necesitar hospitalización. Si existen características psicóticas, el episodio es, por definición, maníaco.

F. El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento, otro tratamiento).

Nota: Un episodio hipomaníaco completo que aparece durante el tratamiento antidepresivo (p. ej., medicación, terapia electroconvulsiva) pero persiste en un grado totalmente sindrómico más allá del efecto fisiológico de ese tratamiento es prueba suficiente de un episodio hipomaníaco. Sin embargo, se recomienda precaución porque uno o dos síntomas (particularmente el aumento de la irritabilidad, nerviosismo o agitación después del uso de antidepresivos) no se consideran suficientes para el diagnóstico de un episodio hipomaníaco, ni indica necesariamente una diátesis bipolar.

Nota: Los criterios A–F constituyen un episodio hipomaníaco. Los episodios hipomaníacos son frecuentes en el trastorno bipolar I pero no son necesarios para el diagnóstico de trastorno bipolar I.

Episodio de depresión mayor

A. Cinco (o más) de los síntomas siguientes han estado presentes durante el mismo período de dos semanas y representan un cambio del funcionamiento anterior; al menos uno de los síntomas es (1) estado de ánimo deprimido o (2) pérdida de interés o de placer.

Nota: No incluye síntomas que se puedan atribuir claramente a otra afección médica

1. Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, según se desprende de la información subjetiva (p. ej., se siente triste, vacío o sin esperanza) o de la observación por parte de otras personas (p. ej., se le ve lloroso).

(Nota: En niños y adolescentes, el estado de ánimo puede ser irritable.)

2. Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las actividades la mayor parte del día, casi todos los días (como se desprende de la información subjetiva o de la observación).

3. Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso (p. ej., modificación de más del 5% del peso corporal en un mes) o disminución o aumento del apetito casi todos los días. (Nota: En los niños, considerar el fracaso en el aumento del peso esperado.)

4. Insomnio o hipersomnia casi todos los días.

5. Agitación o retraso psicomotor casi todos los días (observable por parte de otros; no simplemente la sensación subjetiva de inquietud o enlentecimiento).

6. Fatiga o pérdida de la energía casi todos los días.

7. Sentimientos de inutilidad o de culpabilidad excesiva o inapropiada (que puede ser delirante) casi todos los días (no simplemente el autorreproche o culpa por estar enfermo).

8. Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o de tomar decisiones, casi todos los días (a partir del relato subjetivo o de la observación por parte de otras personas).

9. Pensamientos de muerte recurrentes (no sólo miedo a morir), ideas suicidas recurrentes sin un plan determinado, intento de suicidio o un plan específico para llevarlo a cabo.

B. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

C. El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia o de otra afección médica.

Nota: Los Criterios A–C constituyen un episodio de depresión mayor.

Los episodios de depresión mayor son frecuentes en el trastorno bipolar I pero no son necesarios para el diagnóstico de trastorno bipolar I.

Nota: Las respuestas a una pérdida significativa (p. ej., duelo, ruina económica, pérdidas debidas a una catástrofe natural, una enfermedad o una discapacidad grave) pueden incluir el sentimiento de tristeza intensa, rumiación acerca de la pérdida, insomnio, falta del apetito y pérdida de peso descritos en el Criterio A, que pueden simular un episodio depresivo. Aunque estos síntomas pueden ser comprensibles o considerarse apropiados a la pérdida, también se debería considerar atentamente la presencia de un episodio de depresión mayor además de la respuesta normal a una pérdida significativa. Esta decisión requiere inevitablemente el criterio clínico basado en la historia del individuo y en las normas culturales para la expresión del malestar en el contexto de la pérdida.

Especificar en los episodios maníacos si:

  • Actual o más reciente.
  • Gravedad actual
  • La presencia de características psicóticas
  • Estado de remisión.

Especificar en los episodios depresivos si:

  • Con ansiedad
  • Con características mixtas
  • Con ciclos rápidos
  • Con características melancólicas
  • Con características atípicas
  • Con características psicóticas congruentes con el estado de ánimo
  • Con características psicóticas no congruentes con el estado de ánimo
  • Con catatonía
  • Con inicio en el periparto
  • Con patrón estacional

Trastorno bipolar TIPO II

Para un diagnóstico de trastorno bipolar II, es necesario que se cumplan los criterios para un episodio hipomaníaco actual o pasado y los criterios para un episodio de depresión mayor actual o pasado sin haber existido un episodio maniaco franco.

Especificar el curso y la gravedad:

  • En remisión parcial
  • En remisión total
  • Leve
  • Moderado
  • Grave

Trastorno ciclotímico

A. Durante dos años como mínimo (al menos un año en niños y adolescentes) han existido numerosos períodos con síntomas hipomaníacos que no cumplen los criterios para un episodio hipomaníaco y numerosos períodos con síntomas depresivos que no cumplen los criterios para un episodio de depresión mayor.

B. Durante el período de dos años citado anteriormente (un año en niños y adolescentes), los períodos hipomaníacos y depresivos han estado presentes al menos la mitad del tiempo y el individuo no ha presentado síntomas durante más de dos meses seguidos.

C. Nunca se han cumplido los criterios para un episodio de depresión mayor, maníaco o hipomaníaco.

D. Los síntomas del Criterio A no se explican mejor por un trastorno esquizoafectivo, esquizofrenia, un trastorno esquizofreniforme, un trastorno de ideas delirantes, u otro trastorno del espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos especificados o no especificados.

E. Los síntomas no se pueden atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) o a otra afección médica (p. ej., hipertiroidismo).

F. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

Especificar si:

  • Con ansiedad

Trastornos Relacionados con el T. Bipolar

  • Trastorno bipolar inducido por sustancias/medicamentos

Especificar el tóxico inductor

Alcohol

Alucinógeno

Sedante, hipnótico o ansiolítico

Anfetamina (u otro estimulante)

Cocaína

Otra sustancia

Especificar si:

Con inicio durante la intoxicación: Si se cumplen los criterios de intoxicación con la sustancia y los síntomas aparecen durante la intoxicación.

Con inicio durante la abstinencia: Si se cumplen los criterios de abstinencia de la sustancia y los síntomas aparecen durante, o poco después, de la retirada.

  • Trastorno bipolar inducido otra afección médica

  • Trastorno Bipolar Inespecífico

Esto es un breve test que podría señalar algún trastorno, pero ¡sólo un especialista, psicólogo o psiquiatra, puede hacer un diagnóstico fiable!

En los últimos meses... Hubo días en los que no podía concentrarme en nada, tenía problemas de memoria y/o me sentía fácilmente distraído sin motivo aparente.

En los últimos meses... Hubo un período de cuatro días consecutivos o más en el que me sentí triste, desesperado o vacío la mayor parte del día sin razón aparente.

En los últimos meses... Hubo días en los que me sentía cansado y fatigado tratando de realizar hasta la más pequeña de las tareas o actividades físicas, a pesar de que estaba durmiendo lo suficiente.

En los últimos meses... Hubo días en los que tuve problemas para seguir las conversaciones o instrucciones de otras personas porque me sentía distraído por todas las demás cosas que pasaban a mi alrededor.

En los últimos meses... Hubo días en los que me sentía tan deprimido que tenía pensamientos sobre la muerte (como el deseo de poder ir a la cama y no despertarme por la mañana, o que de alguna manera podía simplemente desaparecer).

En los últimos meses... Hubo días en los que, a pesar de dormir mucho menos de lo habitual, me sentía descansado y lleno de energía y concentración.

En los últimos meses... Hubo períodos en los que dormía demasiado, y/o tenía problemas para dormir y permanecer dormido, sin razón aparente.

En los últimos meses... Hubo días en los que experimenté un aumento dramático en mi actividad dirigida a objetivos, es decir, en los que me lancé a la planificación y a la participación en múltiples actividades en un grado mucho mayor que el habitual.

En los últimos meses... Hubo días en los que no era el de siempre, en los que me volví mucho más hablador y hablaba mucho más rápido de lo normal.

En los últimos meses... Hubo días en los que no podía dejar de pensar en mis fracasos pasados y de sentirme acosado por el sentimiento de culpa por las cosas que hice mal.

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