Los Trastornos de la Alimentación (TA) son alteraciones de la conducta que se producen como consecuencia de los intentos que los pacientes hacen por controlar su peso y su cuerpo.
Los TA pueden llegar a producir graves consecuencias tanto físicas como psicológicas, no sólo a las personas que los sufren, sino a aquellos con los que conviven. Concretamente, la anorexia nerviosa, puede conducir a la muerte en el 10% de los casos, y una cuarta parte de las personas afectadas se mantienen en una situación de cronicidad. En el caso de la bulimia nerviosa, las continuas conductas de atracón, vómito y otras purgas conllevan un importante riesgo físico para la persona. Además, en ambos trastornos, puede producirse un grave deterioro en el área social, laboral y familiar.
Por otro lado, la obesidad, también constituye un problema de salud pública que se ha calificado como la “epidemia del siglo”. La preocupación por este problema se debe a su asociación con enfermedades crónicas de tipo cardiovascular, diabetes mellitus, hipertensión arterial y ciertos tipos de cáncer.
Es en los niños y adolescentes donde el problema se hace más grave, ya que si no se corrigen sus hábitos a tiempo hay una alta probabilidad de generar sobrepeso u obesidad cuando se convierten en adultos.